El Riachuelo vuelve a ser navegable gracias al saneamiento

Después de años de esfuerzos en el saneamiento, el Riachuelo ha vuelto a ser navegable, marcando un hito histórico para la Ciudad de Buenos Aires.

El viernes pasado se realizó el primer viaje del catamarán que conecta Puerto Madero con La Boca, devolviendo la actividad náutica a uno de los ríos más emblemáticos del país.

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, destacó la importancia de este logro: “Poder recuperar la navegabilidad es un atractivo más para esta zona de la Ciudad.

La recuperación del Riachuelo es increíble”. Subrayó además que el cambio es evidente: “Uno viene acá y ya no hay malos olores.

Antes nos habíamos acostumbrado a que olía mal. Además, está volviendo de a poco la flora y la fauna. Frente al edificio de la Fundación PROA se formó un islote natural. Es emocionante haber cumplido con este trabajo de saneamiento”.

La recuperación del Riachuelo es parte de los esfuerzos continuos de la Ciudad como miembro de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).

Las tareas incluyen la recolección de residuos tanto en el borde costero como en el lecho del río, además de la desinfección, desmalezamiento, fumigación de plagas y la limpieza del espejo de agua en toda su superficie.

Estas acciones han permitido que cualquier embarcación pueda ingresar a la Boca del Riachuelo y llegar hasta el puente transbordador Nicolás Avellaneda.

El nuevo paseo turístico en catamarán, que ya está operativo, ofrece una travesía de 40 minutos. Parte desde Puerto Madero, en el muelle ubicado en Cecilia Grierson 400, esquina Juana Manso, en Dársena Norte, y promete convertirse en una de las nuevas atracciones para residentes y turistas que quieran disfrutar de la renovada belleza del Riachuelo y sus alrededores.

El nuevo paseo en catamarán por el Riachuelo ofrece una experiencia única, pero con precios diferenciados según la procedencia de los pasajeros.

El costo del pasaje es de $17 mil para extranjeros, $14 mil para residentes argentinos, y $6 mil para menores de entre 3 y 5 años. Durante el recorrido, los visitantes recibirán información detallada sobre el ecosistema del Riachuelo y la historia de Buenos Aires, lo que convierte a este viaje en una oportunidad educativa y recreativa.

La experiencia es gestionada por la empresa de transporte fluvial Sturla, que busca atraer tanto a turistas como a porteños interesados en redescubrir su ciudad desde una perspectiva diferente.

La limpieza y mantenimiento del Riachuelo es una tarea diaria, llevada a cabo por ACUMAR en colaboración con el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad, Prefectura Naval y APRA.

Estas labores, que incluyen fumigación, desinfección, desmalezamiento y la recolección diferenciada de residuos, se realizan de manera sustentable, incluso durante los fines de semana y feriados, garantizando que el río mantenga su nueva condición navegable y libre de contaminantes.

Este servicio de paseo en catamarán se enmarca en el Proyecto Sur, un plan turístico de la Ciudad que promueve la identidad cultural de La Boca.

El proyecto pone en valor la pasión por el fútbol, la rica historia de la inmigración y el tango, pilares fundamentales de la cultura porteña.

Además, este plan contempla el regreso de la actividad nocturna en Caminito, con un nuevo ordenamiento del espacio público, la reorganización del transporte y un refuerzo en las medidas de seguridad.

En paralelo, la Ciudad de Buenos Aires continúa con sus esfuerzos por recuperar la costa del Río de la Plata. Al plan de recuperación de la costa sur de la Ciudad se suma la puesta en valor del frente ribereño de la costanera norte, a través del Plan BA Costa, que incluye obras en 110 hectáreas.

Recientemente se inauguró el Parque Costero, una nueva playa urbana que se presenta como un espacio de recreación frente al río, ampliando las opciones de esparcimiento al aire libre para los habitantes y visitantes de la Ciudad.

Sobre el Riachuelo

Oficialmente conocido como el río Matanza-Riachuelo, es un curso de agua que nace en la provincia de Buenos Aires y atraviesa parte de la Ciudad de Buenos Aires antes de desembocar en el Río de la Plata.

Con una longitud de aproximadamente 64 kilómetros, el Riachuelo es uno de los ríos más contaminados de Argentina debido a décadas de vertido de residuos industriales, cloacales y basura.

A lo largo del siglo XX, la creciente industrialización en sus márgenes, especialmente en la cuenca baja, llevó a niveles alarmantes de contaminación.

Las fábricas de curtidos, productos químicos y otras industrias vertieron desechos tóxicos en sus aguas, convirtiendo al Riachuelo en un símbolo de degradación ambiental.

Esta contaminación afectó no solo el ecosistema acuático, sino también a las comunidades que viven en las cercanías, exponiéndolas a graves riesgos de salud.

Desde hace décadas, han existido múltiples intentos de saneamiento del Riachuelo, pero fue recién en 2008, tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia, que se impulsó un plan integral de limpieza.

Este plan está bajo la responsabilidad de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), que coordina esfuerzos con distintos niveles de gobierno y otras instituciones.

El proceso de saneamiento ha incluido la reubicación de familias que viven en condiciones precarias en la cuenca, el tratamiento de residuos industriales, la mejora de la infraestructura cloacal, y la limpieza de los márgenes y el lecho del río.

Aunque el proceso es largo y complejo, en los últimos años se han logrado avances significativos, incluyendo la mejora de la calidad del agua y la recuperación parcial de la flora y fauna del lugar.