La Prefectura estaría complicada por la tragedia en Time Warp
2 minutos de lecturaEl prefecto a cargo del operativo como adicional la recibió a las tres de la madrugada del sábado, pero recién la abrió la Policía Federal a las seis de la tarde.
La actuación de Prefectura en la fiesta Time Warp quedó en la mira luego de que se supiera que no dio un alerta tras tener en su poder una gran bolsa con distintos tipos de drogas que fue retenida en el control de ingreso de la fiesta tóxica.
El fiscal Federico Delgado señaló en su dictamen que el prefecto Alberto Pandiani, que dijo estar en la fiesta contratado como policía adicional y a cargo de otros 19 efectivos, recibió a las 3 de la madrugada una bolsa con lo que se les había extraído a los concurrentes en la requisa de ingreso.
La bolsa se la entregó una persona conocida como “El Chino”, quien habría sido encargado de la seguridad puertas adentro del festival. Prefectura actuó en el operativo fuera del predio.
Según la declaración del prefecto, la bolsa no fue abierta en ese momento y a las 7 de la mañana quedó a resguardo de un jefe de servicio.
Para esa hora, en base a relatos de los testigos, ya se habían producido las primeras muertes.
Recién a las 18 del sábado el subprefecto Adrián Álvarez entregó la bolsa a la Policía Federal y vieron lo que contenía, gran cantidad de sustancias, pastillas de todo tipo, frascos de color ámbar y cigarrillos de marihuana, señaló el dictamen del fiscal.
Para el fiscal federal Federico Delgado esto demuestra que había algún tipo de connivencia o coordinación entre el personal de seguridad privada contratada para el evento y el personal de Prefectura Naval Argentina.
Para el funcionario judicial las fuerzas de seguridad hicieron la vista gorda para que la fiesta continuara.
Ahora el juez Sebastián Casanello citó a Pandiani y a otros 18 prefectos a indagatoria.
El magistrado entiende que no procedieron como debían y que actuaron en forma coordinada con el personal de la seguridad privada que estaba dentro del predio.
La falta de agua en los baños, el hacinamiento, la mala ventilación, la falta de asistencia médica, la venta de droga y la posible connivencia de la Prefectura con los organizadores del evento son algunas de las tantas irregularidades de la fiesta que terminó de la peor manera.