La Ciudad conmemora el aniversario del sitio arqueológico más importante del país

En el corazón de Buenos Aires, bajo las veredas de su centro histórico, late un testimonio vivo de más de cuatro siglos de historia.

El Ministerio de Cultura porteño conmemora esta semana el segundo aniversario del descubrimiento y puesta en valor del Sitio Arqueológico La Cisterna, un hallazgo sin precedentes que reconfigura nuestra comprensión del pasado urbano.

Del 23 al 30 de junio, una nutrida agenda de charlas, visitas guiadas y espectáculos musicales permitirá al público reencontrarse con esta joya patrimonial, con entrada libre y gratuita.

“La Cisterna no es solo un descubrimiento arqueológico; es una ventana abierta al ADN de Buenos Aires. Cada ladrillo, cada fragmento, nos cuenta cómo se vivía, qué se comía, qué se valoraba y cómo se construía identidad en esta ciudad a lo largo del tiempo”, expresó Pablo López Coda, uno de los investigadores a cargo del sitio.

Un viaje a las entrañas de la ciudad

Ubicada en Moreno 550, en pleno Casco Histórico, La Cisterna fue descubierta durante tareas de excavación y relevamiento patrimonial que sacaron a la luz una estructura de grandes dimensiones, considerada una de las más importantes en Latinoamérica por su escala y estado de conservación.

El hallazgo activó una serie de veintiuna campañas de excavación arqueológica que permitieron recuperar más de 15.000 piezas, entre objetos de uso cotidiano, restos de alimentos, juguetes antiguos, utensilios y hasta vestigios paleontológicos.

Este trabajo minucioso dio lugar a la creación de un nuevo espacio museológico en 2023, bajo la curaduría de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico, que propuso no solo conservar sino también contar la historia viva del lugar.

Porque La Cisterna no es solo una obra de ingeniería subterránea: es también el escenario de la Casa de Gobierno de la Confederación Argentina en tiempos de Juan Manuel de Rosas, y un sitio de múltiples capas funcionales, políticas y culturales.

El recorrido por el sitio permite una experiencia inmersiva, donde lo arqueológico se encuentra con lo sensorial. La museografía combina restos originales con recursos audiovisuales, fotografías y textos que contextualizan el valor del hallazgo. “Es un sitio que permite entender cómo la ciudad fue mutando sin perder sus raíces. Venir acá es como leer una autobiografía de Buenos Aires escrita con tierra y cerámica”, resumió una guía durante una de las visitas.

Una semana para revivir la historia

Para celebrar este segundo aniversario, la programación especial se extiende durante toda la semana del 23 al 30 de junio, con actividades que profundizan en distintas aristas del patrimonio material e inmaterial de la Ciudad.

Entre las charlas destacadas se encuentra “La Cisterna de Juan Manuel de Rosas”, a cargo de Pablo López Coda, quien abordará el papel del sitio durante el período rosista.

También se inaugurará la muestra fotográfica Fauna autóctona amenazada, organizada por la Fundación Azara y la Asociación Argentina de Fotógrafos de Naturaleza.

Las visitas guiadas ofrecen distintos enfoques temáticos. El martes 24 y el lunes 30 de junio, el eje será “Josefa, Encarnación y Juan Manuel. Historias que se cruzan”, una mirada que rescata los roles invisibilizados de mujeres en la historia federal.

El miércoles 25 y el viernes 27, en tanto, el foco estará puesto en la comunidad afro y su vínculo con Rosas, una narrativa fundamental para pensar la identidad porteña desde una perspectiva más inclusiva.

Otra propuesta destacada será la charla “La ciudad pintada de rojo: Estética rosista en Buenos Aires durante el período federal”, dictada por el historiador Pablo Vázquez, que abordará cómo el poder político del siglo XIX también se expresó simbólicamente en el espacio urbano.

El cierre musical tendrá lugar el domingo 29 con el Ensamble de Cellos del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla.

El repertorio, con obras de compositores argentinos como Pugliese, Bragato y Ginastera, sumará además una interpretación internacional de la mano de la cellista italiana Federica Ceccato.

Patrimonio vivo y puertas abiertas

El Sitio Arqueológico La Cisterna funciona actualmente con horario regular: de martes a viernes de 13 a 18, y sábados, domingos y feriados de 10 a 19.

Las visitas guiadas se ofrecen todos los días a las 16, y también a las 17.30 los fines de semana y feriados. El ingreso es gratuito y por orden de llegada, con un cupo limitado de 50 personas por recorrido.

Una característica clave del proyecto es su carácter accesible y abierto a la comunidad. No se requiere inscripción previa, y las actividades están pensadas para un público amplio, desde curiosos hasta estudiantes e investigadores.

Esta democratización del patrimonio, muchas veces percibido como lejano o elitista, es uno de los pilares del trabajo que viene desarrollando el Ministerio de Cultura.

Además, la variedad de enfoques propuestos en las actividades habla de una decisión política clara: no contar una sola historia, sino múltiples narrativas que se entrelazan en un mismo espacio. Desde la estética, la vida cotidiana, las luchas sociales y las relaciones de poder, La Cisterna se convierte en un escenario plural, abierto al debate y a la relectura permanente.

El pasado que interpela al presente

A dos años de su inauguración, La Cisterna ya no es solo una rareza arqueológica, sino una marca identitaria de Buenos Aires.

Recuperar ese pasado, ponerlo en valor y compartirlo con la comunidad es una forma de construir ciudadanía desde la memoria.

En tiempos donde muchas veces se impone la urgencia, espacios como este nos invitan a frenar, mirar hacia abajo, y descubrir que hay historias que aún laten bajo nuestros pies.