La Ciudad apuesta al control inteligente para prevenir delitos vehiculares
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La Ciudad de Buenos Aires refuerza su escudo de seguridad. Con la creación de una nueva división especializada, la Policía porteña intensifica los controles sobre los accesos más transitados: la Avenida General Paz y los puentes que cruzan el Riachuelo.
El objetivo es claro: prevenir delitos, detectar vehículos sospechosos y garantizar que quienes ingresen a la Capital lo hagan bajo un sistema de vigilancia constante y coordinado.
Estamos reforzando los puntos de ingreso estratégicos para que cada vecino pueda sentirse más seguro. Este nuevo cuerpo no solo actúa, sino que previene”, explicaron desde el Ministerio de Seguridad de la Ciudad, destacando que el dispositivo trabajará las 24 horas con tecnología de última generación y personal especialmente entrenado.
La flamante Patrulla de Control de Accesos es la nueva apuesta del Gobierno porteño para blindar los límites de la Ciudad ante el aumento de delitos cometidos con vehículos robados o con pedidos de captura.
Su presencia será constante en Av. General Paz y en los puentes que conectan Buenos Aires con el sur del conurbano bonaerense, especialmente en los barrios de La Boca, Pompeya, Barracas, Villa Soldati y Villa Riachuelo, donde confluyen diariamente miles de autos y camiones.
Cada patrulla contará con un móvil, motos, agentes especializados y camiones para el eventual traslado de vehículos retenidos.
El monitoreo se realizará en tiempo real y estará conectado con el Centro de Monitoreo Urbano, donde las cámaras de seguridad y los lectores automáticos de patentes permitirán identificar autos robados, sospechosos o vinculados a causas judiciales.
La iniciativa busca dar un salto cualitativo en materia de seguridad vial y prevención del delito. Según datos del propio Gobierno porteño, más del 70% de los delitos cometidos en la Ciudad involucran vehículos, ya sea para huir, transportar objetos robados o facilitar el accionar de bandas organizadas.
Por eso, fortalecer los accesos representa una estrategia clave para reducir el delito antes de que suceda.
La medida se complementa con una inversión significativa en infraestructura: más de 50 destacamentos policiales fueron renovados con equipamiento de última generación, sistemas de comunicación digital y cámaras de alta resolución.
Estos puntos, ubicados en accesos estratégicos como Puente Alsina, Puente Avellaneda, Autopista Dellepiane y Puente La Noria, funcionan como verdaderos nodos de vigilancia.
Además, la instalación de nuevos domos de videovigilancia permite un control simultáneo de la circulación vehicular. “La tecnología es una herramienta fundamental, pero lo más importante es el trabajo coordinado entre fuerzas”, sostuvo un oficial a cargo de uno de los operativos.
El plan de la Ciudad se enmarca dentro de una política de seguridad que prioriza la prevención y la respuesta inmediata.
Las patrullas podrán actuar ante alertas emitidas por el Anillo Digital, un sistema que monitorea todas las entradas y salidas del territorio porteño. Este anillo ya ha permitido la recuperación de miles de vehículos con pedido de secuestro y la detención de personas con antecedentes penales.
El Anillo Digital, que cubre los 56 accesos principales a la Ciudad, detecta automáticamente la matrícula de cada vehículo que ingresa.
En caso de coincidencia con una alerta judicial, el sistema avisa en segundos a las patrullas más cercanas. Con la nueva división, se busca acelerar la intervención y fortalecer la presencia policial en esos puntos críticos.
También se apunta a mejorar la coordinación con las fuerzas federales y la Policía Bonaerense, ya que muchas veces los delitos se inician en una jurisdicción y continúan en otra.
Para eso, la Patrulla de Control de Accesos operará con un protocolo unificado que permitirá compartir información en tiempo real y realizar operativos conjuntos.
En diálogo con medios locales, especialistas en seguridad valoraron la iniciativa. “Cuando se controla el acceso, se reduce el margen de acción delictiva.
No se trata solo de reaccionar, sino de anticiparse”, explicó el criminólogo Pablo Morales. “Además, mejora la percepción de seguridad de los vecinos, que sienten que el Estado está presente en los lugares donde antes no lo estaba”.
El Gobierno porteño también destacó que esta nueva unidad no busca obstaculizar la circulación cotidiana, sino agilizar los controles con tecnología inteligente, evitando demoras innecesarias.
Los escáneres vehiculares y los drones de vigilancia permitirán verificar documentación, antecedentes y situaciones sospechosas sin necesidad de detener cada vehículo.
En paralelo, el Ejecutivo local continúa con su plan de modernización policial. A lo largo de 2025, se prevé incorporar más de 1.000 cámaras nuevas y extender la red de fibra óptica para mejorar la transmisión de datos en los destacamentos fronterizos.
También se avanza en la capacitación del personal para el manejo de sistemas digitales y el uso de herramientas de inteligencia artificial en la identificación de patrones delictivos.
La colaboración ciudadana será otro pilar del plan. A través de la aplicación BA 147 Seguridad, los vecinos podrán reportar vehículos abandonados o situaciones sospechosas en tiempo real, fortaleciendo la red de prevención comunitaria.
Este sistema ya demostró su eficacia en la detección temprana de robos en serie y autos con patentes adulteradas.
El ministro de Seguridad porteño resumió la apuesta con una frase contundente: “La seguridad empieza en los límites. Si controlamos los accesos, protegemos a todos los que viven y trabajan en la Ciudad”.
Con esta nueva Patrulla de Control de Accesos, Buenos Aires da un paso más hacia un modelo de seguridad moderno, tecnológico y preventivo.
No se trata solo de más presencia policial, sino de un cambio de paradigma: anticiparse al delito antes de que ocurra, blindar los accesos y garantizar que cada vecino pueda transitar la Ciudad con mayor tranquilidad.


