Ciudad habilita Fondos de Cese Laboral para empresas y sindicatos
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La Ciudad habilitó a sindicatos y empresas a crear Fondos de Cese Laboral: una herramienta para modernizar la relación entre empleadores y trabajadores
En un paso que puede marcar un antes y un después en la forma en que se resuelven los conflictos laborales, la Secretaría de Trabajo y Empleo de la Ciudad de Buenos Aires dictó la resolución N° 1012/25 que autoriza a organizaciones sindicales y empresas con domicilio legal en el distrito a iniciar negociaciones colectivas para constituir Fondos de Cese Laboral.
La medida, publicada en el Boletín Oficial porteño, ya entró en vigencia y busca convertirse en un mecanismo alternativo al régimen tradicional de indemnizaciones.
“Los que trabajan y los que dan trabajo son los que hacen girar la rueda de la economía. El Fondo de Cese Laboral es una oportunidad para avanzar hacia un sistema más previsible y ágil.
Queremos modernizar el mercado laboral sin debilitar derechos”, enfatizó el ministro de Justicia porteño, Gabino Tapia, al anunciar la medida.
La iniciativa se enmarca en la Ley nacional N° 27.742, que en su artículo 96 abre la posibilidad de sustituir la indemnización tradicional por un sistema de fondos administrados.
Estos pueden funcionar como fideicomisos, cuentas individuales, seguros o fondos comunes de inversión, y se nutren con aportes mensuales del empleador.
El objetivo central es que, al momento de una desvinculación, el trabajador tenga la garantía de un pago inmediato y seguro, sin depender de la situación financiera puntual de la empresa.
La implementación se hará a través de convenios colectivos de empresa, en los que se fijarán las condiciones, las causas incluidas o excluidas y los alcances de cada fondo. La Secretaría porteña acompañará este proceso con reglamentaciones específicas, campañas de difusión y asistencia técnica.
“Se trata de una herramienta innovadora que solo será virtuosa si se aplica con consenso entre todas las partes: empresarios, trabajadores y el Estado”, advirtió el subsecretario de Trabajo y Empleo de la Ciudad, Horacio Bueno.
Uno de los grandes objetivos de la iniciativa es reducir la litigiosidad laboral, un terreno históricamente conflictivo en la Argentina.
Los juicios por despidos suelen prolongarse durante años y terminan afectando tanto al trabajador, que demora en cobrar, como a las empresas, que enfrentan costos inciertos. Con este esquema, se apuesta a distribuir el gasto mes a mes y a garantizar una salida ordenada en caso de desvinculación.
El sistema además cuenta con exigencias de control y transparencia: los fondos deben ser inembargables, auditados y brindar información mensual a los trabajadores. Esto implica también un refuerzo administrativo y de fiscalización que demandará recursos, pero que según el Gobierno porteño dará mayor confianza al esquema.
El subsecretario Bueno fue claro: “La discusión no es blanco o negro. No se trata de estar a favor o en contra del Fondo de Cese Laboral, sino de cómo lo diseñamos para que sea útil, justo y sostenible”.
Para los empleados, significa tener una red de seguridad clara. Para los empleadores, un alivio en la gestión de pasivos laborales.
El modelo no es nuevo en el país. El régimen de la industria de la construcción ya funciona con un sistema similar: los aportes se acumulan durante toda la relación laboral y el trabajador puede cobrarlos al finalizar el vínculo. Ese esquema fue tomado como referencia para extender la experiencia a otros sectores.
La novedad, sin embargo, radica en que la resolución porteña permite que cada sector o empresa diseñe su propio modelo, adaptado a la realidad de la actividad.
Esto abre la puerta a soluciones flexibles pero también plantea desafíos: evitar abusos, garantizar la igualdad de condiciones y sostener el consenso tripartito.
La decisión llega en un momento en el que las relaciones laborales atraviesan tensiones entre las demandas de flexibilidad de las empresas y la necesidad de los trabajadores de preservar derechos adquiridos.
En ese marco, la Ciudad busca posicionarse como pionera en la implementación de un esquema que podría replicarse en otros distritos.
Los defensores de la medida sostienen que permitirá modernizar el mercado laboral, reducir la incertidumbre y dinamizar la economía.
Los críticos, en cambio, advierten que aún no está claro cómo se aplicará en sectores más vulnerables ni qué mecanismos se garantizarán para evitar que las cargas se trasladen exclusivamente a los empleados.
La resolución 1012/25 abre un nuevo capítulo en la historia laboral de Buenos Aires. Los próximos meses serán clave para medir si el Fondo de Cese Laboral logra consolidarse como una herramienta de consenso o si se convierte en un terreno más de disputa.
Lo cierto es que la Ciudad dio el primer paso y ahora la mirada está puesta en la capacidad de sindicatos, empresarios y el propio Estado para alcanzar acuerdos que transformen de raíz la manera de entender la seguridad laboral en la Argentina.