Reconocimiento a la Policía por desarticular banda que secuestraba por criptomonedas

Con una trama que mezcla secuestros, torturas y transferencias forzadas de criptomonedas, la Policía de la Ciudad logró desarticular una banda criminal con ramificaciones nacionales e internacionales.

El operativo, que culminó con múltiples allanamientos en Chaco y más de 17 detenidos, fue posible gracias a un equipo de élite especializado en delitos digitales, que ahora fue reconocido oficialmente por el Ministerio de Seguridad porteño.

Esta causa demuestra que estamos preparados para enfrentar hasta los delitos más modernos. La trazabilidad de criptoactivos no es un misterio para nuestra fuerza, destacó el secretario de Seguridad de la Ciudad, Maximiliano Piñeiro, en un acto en la sede de Investigaciones.

El viernes pasado, la sede de la Superintendencia de Investigaciones, en la calle Hornos al 200, fue escenario de un emotivo reconocimiento.

No fue una ceremonia más: allí se celebró el resultado de una de las investigaciones más complejas y delicadas que haya afrontado la Policía de la Ciudad en los últimos años.

El foco: un grupo criminal que secuestraba personas para obligarlas a transferir criptomonedas, valiéndose de torturas y amenazas.

La investigación, liderada por la División de Investigaciones Tecnológicas Especiales, reveló un modus operandi sofisticado, pero sobre todo brutal.

Las víctimas eran abordadas, retenidas contra su voluntad y forzadas a vaciar sus billeteras digitales, transfiriendo los fondos a direcciones nacionales e internacionales.

La causa exigió un trabajo meticuloso, con técnicas forenses avanzadas y análisis profundo de blockchain, un terreno donde pocos se mueven con solvencia.

En palabras de Maximiliano Méndez, jefe del Departamento de Delitos Tecnológicos Especiales, el éxito de la operación radicó en “contar con herramientas especializadas y un personal técnico que sabe cómo operar con estos instrumentos en tiempo real”.

Es que el seguimiento y análisis de transacciones en criptomonedas exige no solo conocimientos técnicos, sino también velocidad de respuesta y cooperación interjurisdiccional.

La compleja red fue desbaratada en una serie de operativos realizados en Resistencia, Chaco. Allí, una banda que había logrado camuflarse durante meses fue finalmente desarticulada.

El golpe incluyó más de 17 detenciones, algunas directas, otras por complicidad, y el secuestro de activos digitales que estaban directamente ligados a los hechos investigados.

Durante el acto, Piñeiro hizo énfasis en la preparación del personal porteño: “Estamos entre las dos fuerzas de América que pueden encarar una investigación de este calibre.

No es un detalle menor, teniendo en cuenta el nivel de sofisticación que requieren estos casos”. También valoró el componente humano: “Tenemos software, sí, pero sobre todo tenemos capital humano. Y eso hace la diferencia”.

El equipo distinguido estuvo conformado por efectivos que no solo dominan las herramientas digitales, sino que además actúan en el campo.

Entre ellos se encuentran el subcomisario Leonardo Velasco, el inspector Alexis Villegas, los oficiales mayores Alan Rothar y Alcibiades Claro, y los oficiales Matías Fernández, Julio Aguirre y Pablo Valenta Jerez.

El propio comisario general Carlos Gabriel Rojas, superintendente de Investigaciones, destacó que “este equipo se caracteriza por cumplir doble función: son analistas técnicos y personal operativo. Ese nivel de profesionalismo es invaluable”.

Por su parte, el subsecretario de Investigaciones, Alejandro Puglia, remarcó la relevancia de dotar a las fuerzas de herramientas acordes a las nuevas modalidades del delito: “La ciberdelincuencia no es una amenaza futura, es una realidad del presente. La formación continua y la inversión en tecnología no son opcionales: son obligaciones del Estado si queremos estar a la altura”.

La cooperación con la Policía del Chaco también fue clave. Según fuentes del caso, sin ese trabajo conjunto, algunos eslabones de la cadena criminal podrían haber quedado fuera del alcance de la justicia. La coordinación interprovincial permitió ampliar la cantidad de pruebas y acceder a dispositivos clave para el análisis de datos.

Otro aspecto que fue fundamental en esta causa es la aplicación de herramientas de trazabilidad. En el ámbito de las criptomonedas, rastrear el recorrido del dinero es notoriamente complejo.

Sin embargo, la Policía de la Ciudad logró reconstruir el flujo de fondos, identificando billeteras, exchanges e incluso interacciones con plataformas extranjeras. Este tipo de labor requiere software específico y, sobre todo, conocimiento para interpretarlo.

Además del reconocimiento a los efectivos, el acto sirvió para visibilizar el avance de la Policía de la Ciudad en áreas críticas como el cibercrimen.

En un contexto donde los delitos informáticos crecen año a año —según datos del Ministerio de Seguridad, los delitos vinculados a criptoactivos aumentaron un 38% en el último año en la región AMBA—, contar con equipos preparados es una necesidad urgente.