El Ecoparque fue sede de una jornada educativa y sustentable
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En una jornada repleta de actividades y aprendizajes, el Ecoparque porteño fue escenario de una celebración vibrante por el Día Mundial del Ambiente, con propuestas interactivas, talleres de reparación y visitas guiadas que invitaron a reflexionar sobre el cuidado del planeta y el impacto de nuestras acciones cotidianas.
Queremos que cada vecino y vecina entienda que ser parte del cambio ambiental es posible desde lo cotidiano: separar los residuos, reparar antes de desechar y conocer nuestra biodiversidad urbana son pasos simples pero fundamentales, sostuvo una referente del equipo de Educación Ambiental de la Ciudad.
El evento fue impulsado por la Subsecretaría de Ambiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con una impronta lúdica, participativa y educativa.
Desde temprano, familias, estudiantes, docentes y curiosos de todas las edades se acercaron al Ecoparque, donde una variedad de estaciones temáticas los esperaba para recorrer el presente y el futuro del cuidado ambiental en clave local.
El Punto Verde Móvil, uno de los espacios más visitados, propuso juegos y dinámicas para aprender a separar los residuos en origen: secos, húmedos y especiales. A través de trivias, circuitos y simulaciones, se explicaron los beneficios de esta práctica y cómo se conecta con el proceso posterior de reciclado.
A pocos metros, el Reparamóvil invitó a detenerse en el consumo responsable. Este espacio ofreció talleres para reparar prendas textiles, libros dañados y pequeños electrodomésticos, bajo la consigna “Reparar es cuidar”. “Es una gran oportunidad para repensar la obsolescencia y volver a valorar lo que tenemos”, explicó una tallerista mientras enseñaba a coser una remera a un grupo de adolescentes.
También se desarrolló un Desafío de Energía Limpia, que puso el foco en las fuentes renovables. Mediante juegos interactivos, los asistentes conocieron cómo funciona la energía solar, eólica e hidráulica, y cómo estos sistemas pueden integrarse incluso en la vida doméstica.
Los promotores del stand explicaron con paneles didácticos y modelos en miniatura el impacto que tiene migrar hacia una matriz energética sostenible.
Uno de los ejes más importantes de la jornada fue la biodiversidad urbana, abordada por el equipo de Educación Ambiental de las Reservas Ecológicas de la Ciudad.
A través de material visual y charlas breves, se explicó la importancia de los corredores biológicos, la protección de especies nativas y la convivencia armónica entre la naturaleza y el entorno urbano. “No hay que irse al campo para ver naturaleza: la Ciudad está viva y tiene una fauna y flora que debemos aprender a respetar”, explicó una de las guías.
La propuesta se completó con visitas guiadas coordinadas por el personal del Ecoparque, que incluyeron recorridos por el Hospital de Fauna Silvestre, espacios de enriquecimiento animal, senderos de observación de flora y fauna y estaciones de cuidado animal.
Estas visitas, que se repiten periódicamente en el lugar, buscan sensibilizar sobre la rehabilitación de animales rescatados del tráfico ilegal o del cautiverio, y el rol fundamental que cumple el Ecoparque como centro de conservación.
Otro de los momentos destacados fue el Reciclatón, una convocatoria abierta a llevar materiales reciclables y aprender su correcta disposición. Los materiales recolectados fueron entregados a cooperativas de recicladores urbanos, reforzando la economía circular y el valor del trabajo de las cooperativas en la gestión de residuos.
La celebración coincidió con el Día Mundial del Ambiente, instaurado en 1972 por la ONU y considerado hoy una de las principales plataformas globales de concientización ecológica.
La edición 2024 puso énfasis en la lucha contra la contaminación por plásticos. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año se producen más de 430 millones de toneladas de plástico, de las cuales dos tercios son de un solo uso.
Estos residuos no solo contaminan ríos, mares y suelos, sino que también llegan a la cadena alimentaria a través del microplástico ingerido por animales marinos.
En este contexto, el Gobierno porteño redobló esfuerzos para promover acciones concretas, alineadas con las metas globales de desarrollo sostenible.
A través de políticas públicas, campañas de separación, iniciativas de economía circular y una red de Puntos Verdes, la Ciudad busca posicionarse como referente en la transición hacia un modelo ambientalmente más justo.
A lo largo del día, las redes sociales del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana acompañaron el evento con transmisiones en vivo, datos útiles y contenido educativo. Esta estrategia digital permitió amplificar el mensaje más allá del espacio físico, alcanzando a miles de personas en tiempo real.
Recorriendo cada rincón del Ecoparque, confirmé que el compromiso ambiental no nace de grandes discursos, sino de decisiones cotidianas: separar un residuo, arreglar un electrodoméstico, elegir qué consumir.
En un mundo amenazado por el exceso de desechos y la desconexión con la naturaleza, estos espacios de encuentro y reflexión no solo informan, sino que nos inspiran a ser protagonistas del cambio que tanto necesita nuestro planeta.