Detienen a tres hermanos por asalto y robo en Monte Castro
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Un robo a mano armada, una persecución de película y tres delincuentes con un pasado delictivo que estremece. Así se vivieron las últimas horas en Monte Castro, donde tres hermanos fueron detenidos por robar un consultorio médico y huir a bordo de un auto sustraído.
La rápida reacción policial y el uso de tecnología fueron clave para capturarlos sin que el hecho escalara aún más en violencia.
“No fue un hecho aislado. Estos sujetos tienen historia. Sabíamos que estábamos ante algo más grande que un simple robo”, confió una fuente policial que participó del operativo, y destacó el trabajo coordinado entre las fuerzas de seguridad y el sistema de vigilancia inteligente de la Ciudad.
Todo comenzó cuando personal de la Comisaría Vecinal 10 A recibió una alerta por un robo consumado en un consultorio ubicado en Calderón de la Barca al 1900, pleno barrio de Monte Castro.
Tres hombres ingresaron armados, redujeron a una mujer que se encontraba en el lugar, la encerraron en un baño y se llevaron su automóvil: un Renault Sandero blanco.
Gracias a la denuncia inmediata, la Policía de la Ciudad activó el protocolo de emergencia y, con la asistencia de la División Anillo Digital —que permite identificar y seguir vehículos en tiempo real mediante cámaras y lectores de patentes— se dispuso un operativo cerrojo.
A los pocos minutos, los efectivos lograron detener a dos de los implicados que circulaban en el auto robado.
Sin embargo, el seguimiento de las cámaras reveló un dato que sería clave: había un tercer participante, que actuaba como apoyo desde un Nissan gris. Con esta información, se amplió el operativo y en una segunda intervención se logró detener al último involucrado.
La sorpresa fue mayor cuando se comprobó que los tres detenidos eran hermanos y, además, poseían extensos antecedentes penales.
El mayor, de 33 años, tenía causas por infracción a la Ley de Drogas, robo agravado con arma de fuego, lesiones leves, atentado contra la autoridad y robo a mano armada.
El del medio, de 31 años, había sido buscado en 2019 por un robo agravado y había recibido una condena de 4 años de prisión en 2023 por un hecho similar, aunque esta quedó sin efecto. El menor, de 30, también contaba con causas por robo agravado, lesiones y resistencia a la autoridad.
Desde la Justicia se convalidó lo actuado por la Policía de la Ciudad y se ordenó el traslado de los tres a la comisaría correspondiente, donde quedaron a disposición del juzgado interviniente.
Las autoridades judiciales ya analizan si los antecedentes acumulados podrían configurar un agravante adicional que justifique una prisión preventiva más firme que en ocasiones anteriores.
El caso no solo generó conmoción en el barrio, sino que también volvió a poner sobre la mesa una discusión pendiente: ¿cuánto pesan realmente los antecedentes penales al momento de definir medidas judiciales? ¿Por qué delincuentes con condenas previas siguen circulando libremente por las calles?
Desde el Ministerio de Seguridad porteño destacaron el accionar de los efectivos y remarcaron la importancia de la tecnología aplicada a la prevención del delito. “Fue un trabajo conjunto, coordinado, y la utilización del Anillo Digital resultó fundamental para resolver el hecho en tiempo récord”, sostuvieron.
La víctima del asalto se encuentra fuera de peligro, aunque aún conmovida por lo ocurrido. Según trascendió, logró dar aviso al 911 desde su celular una vez que los ladrones se fueron, lo que permitió una respuesta inmediata. La violencia del hecho —cometido en pleno día y con una frialdad preocupante— dejó marcada a toda la comunidad médica de la zona.
Mientras se espera el avance de la causa judicial, queda latente la necesidad de revisar el sistema de reincidencias, el cumplimiento efectivo de las condenas y los mecanismos de liberación anticipada que muchas veces devuelven al delito a quienes deberían estar cumpliendo penas. La seguridad de los ciudadanos también depende de que estos casos no se repitan.