Confiteria Las Violetas: restauran los vitrales y donde los clientes hacen fila para entrar
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Las Violetas, uno de los cafés más notables de la Ciudad. Tan notable que, pese a la crisis, sus clientes siguen haciendo fila para entrar.
Hace dos semanas, un equipo llegó al rescate de los movilizantes vitrales. Son restauradoras que también ponen a punto los vidrios que están en la Confitería del Molino. Al frente de los trabajos en Las Violetas está Paula Farina Ruiz, una vitralista formada en La Plata y especializada en restauración en Francia. El grupo se completa con Natalia Piermaria, Victoria Tripodi, Victoria Campos, Natalia Dugour y Clara Buenanueva. Estarán allí al menos hasta fin de mes.
Mientras trabajan sobre esos vidrios, también indagan en su historia. Y destierran algunos mitos, como que su origen es francés: según las especialistas, en realidad fueron creados en los talleres que el pintor catalán Antonio Estruch tenía en San Telmo, con materiales de fabricación nacional. “En ese momento él estaba ocupado con los paños del Santuario de la Medalla Milagrosa, en Parque Chacabuco. Por eso los de Las Violetas fueron hechos por un colaborador suyo en el taller de Estruch”, explica Farina Ruiz. Estiman que datan de principios de los años 40.
El vitral más afectado era el que representa a una fuente, porque da a edificios linderos y se mueve mucho por las corrientes de aire. “El plomo que ligaba el diseño estaba roto y había piezas fracturadas, o unidas entre ellas con cinta de embalar”, reconoce la especialista. Al ver eso, la terapia intensiva se puso en marcha: se desmontaron los cuatro paños más dañados y se llevaron al taller. En su lugar fue colocado un vinilo con el mismo diseño. Los clientes no notan la diferencia. Con más tiempo el equipo terminará de relevar el estado de todos los vitrales y así diseñarán el proyecto de restauración completa.
