Las magestuosas esculturas que conmemoran al Día del Trabajador en la Ciudad.
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La obra es imponente. Sin embargo, no es la única razón por la que resulta un imán. En ella, están los que arrastran una inmensa piedra, doblados literalmente por el esfuerzo. También, quien logra erguirse y abrir los brazos como si hubiera roto cadenas. Una mujer que busca el futuro, adelante. Y chicos con las manos extendidas, dispuestos para correr hasta abrazar el horizonte.
Por eso, y porque es una de las esculturas en la vía pública más importantes de la Ciudad de Buenos Aires, bien vale recordar este miércoles 1° de mayo, Día del Trabajador, a Canto al trabajo(1922). Una joya de bronce, ubicada en Paseo Colón 850, a metros de la Facultad de Ingeniería de la UBA.

“Canto al trabajo”. Tiene 14 figuras que miden más del doble que el promedio de personas a las que representa.
l título no deja dudas: esa obra creada por Rogelio Yrurtia (1879-1950), escultor argentino fundamental del siglo XX, habla, justamente, de la capacidad liberadora del trabajo, con el foco en el sacrificio.
Pero ese sentido no es el único que ofrece el monumento. El propio Yrurtia, quien también creó el mausoleo para Rivadavia que está en Plaza Miserere, Once, sumó una vuelta de tuerca a esa lectura. “Su verdadero significado es un canto al amor, una representación de lo que la mujer significa en la vida de los hombres, como sostén, como alegría y esperanza en la lucha. (…) sabe llevar la angustia (grupo último) al triunfo con la familia (grupo primero) que contempla la alegoría de la esperanza con los tres niños”, explicó, según consta en un catálogo que atesora su Casa Museo -en obra- en Belgrano.

De frente. El monumento “Canto al trabajo”, en Paso Colón al 800. Una joya.
En un primer momento la pieza se conoció como “El triunfo del trabajo”. Y no estaba mal. Porque eso está, palpable, en el conjunto escultórico dividido en dos grupos: “El esfuerzo común” y “El triunfo”.