Allanaron dos talleres textiles en Parque Patricios
2 minutos de lecturaLos talleres funcionaban en Parque Patricios y confeccionaban indumentaria para varias agencias de seguridad, los empleados vivían allí en condicione sdeplorables, hay tres detenidos.
El problema del trabajo ilegal y la explotación en los talleres clandestinos crece.
Pese a las denuncias de vecinos y los allanamientos de la Policía que buscan desarticular estas redes de producción de mercadería ilegal, parece imposible detener su expansión, pompeya es una de las localidades porteñas más afectadas.
La Policía Metropolitana secuestró ayer uniformes de la Policía Bonaerense en dos talleres clandestinos que fueron allanados en Parque Patricios y donde trabajaban ilegalmente 30 personas de nacionalidad boliviana que además vivían allí en condiciones deplorables.
Según detallaron las autoridades, los talleres se usaban para confeccionar uniformes de varias agencias de seguridad privada y fuerzas policiales.
Los mismos funcionaban en las calles Daract 2.124 y Mont 2.355, donde además fueron detenidas tres personas.
En total, fueron liberadas 30 personas obligadas a trabajar en condición de esclavitud.
La investigación determinó que las personas trabajaban y vivían en condiciones infrahumanas y totalmente hacinadas.
Las víctimas eran seducidas en su país por los avisos clasificados que les prometían trabajo bien remunerado.
Las investigaciones arrancaron cuando uno de los trabajadores logró escapar y avisó a un patrullero que pasaba por el lugar.
Los detenidos están a disposición del juzgado de turno que instruyó actuaciones por reducción a la servidumbre, entre otros delitos.
El operativo estuvo a cargo de la Brigada de Investigaciones de la Comuna Cuatro de la Policía Metropolitana.
Según precisaron las autoridades, las víctimas quedaron a disposición de la Oficina de Rescate del Ministerio del Interior, los talleres fueron clausurados y sus dueños detenidos.
El 27 de abril pasado dos menores murieron cuando se incendió el taller clandestino para el que trabajaban, en la calle Páez de Flores, y del que no podían escapar.
