Avenida Corrientes: este sábado fue la inauguración y hubo festejos
3 minutos de lecturaSeis de la tarde en la Ciudad de Buenos Aires. El obelisco, al fondo del firmamento, cambia de colores. Sobre él se proyectarán durante toda la tarde y la noche diferentes imágenes y videos, el ya clásico mapping. Funcionarios y vecinos se agolpan delante de un escenario montado con la inscripción “vivamos la nueva calle Corrientes”.
Sobre sus cabezas, equilibristas cruzan de un edificio a otro a través de sogas instaladas en altura. “¿Están atados, no viejo?”, le pregunta una señora a su marido. “Yo qué sé vieja… Si no están atados son unos locos”, responde el hombre. Los equilibristas efectivamente están atados. Hacia ellos van flotando unas burbujas gigantescas que generan distintas personas desde los balcones.
Detrás del telón no aparece un elenco sino más gente, mucha gente. Desde Callao hasta 9 de julio serán muchísimas las personas que se detengan en la diferentes actividades preparadas. En cada cuadra (del lado izquierdo mirando de Callao al Obelisco) hay estaciones con distintos juegos digitales bastante simples. Hay uno de preguntas y respuestas (“de qué calle a qué calle Corrientes será peatonal”, preguntan, por ejemplo).También hay pequeños escenarios elevados donde suceden shows o entrevistas(una charla del actor y director José María Muscari con Miguel Ángel Rodríguez, un show musical con Diego Ramos, entre otros).
También hay una estación con un piano y un cartel que invita a subir a tocar a quien guste y sepa. Hay lugares en los que de pronto se arma una coreografía. A eso se lo llama flashmob y van a suceder varios durante toda la tarde noche. Es así: de pronto, un grupo se organiza y se pone a bailar en mitad de la calle. Da la impresión de ser espontáneo pero, dios gracias, es una serie de movimientos ensayados.
Hay también seis espejos distribuidos en Corrientes esquina Paraná. Emulan los espejos de un camarín. En ellos, seis peluqueras atienden a quienes hacen la cola. No ofrecen raros peinados nuevos pero sí un alisadito o algunas maniobras capilares al paso, para poder atender a más gente. Ahí cerca hay un montón de mesas puestas una al lado de la otra con distintos maquillajes. Son estaciones para los más chicos. Los que quieren se sientan y les hacen dibujos en la cara como si estuviéramos en Halloween. Además, todo alrededor, diferentes bandas de música tocando diferentes estilos.
Uno es la continuidad de peatonalizar el centro o microcentro de la Ciudad, porque entendemos que es mejor el desplazamiento a pie. Y el segundo antecedente tiene que ver con lo que se está haciendo en el mundo, como en el Times Square en New York, en San Pablo, y hace poquitos meses en la Gran Vía en Madrid, donde se tomó la decisión de priorizar el espacio para los peatones para, entre otras cosas, favorecer el comercio, los teatros, las pizzería. Toda la vida nocturna que tiene un espacio público. Corrientes era la calle que nunca dormía en la década del ’60 y ’70, y había perdido esa condición. Nos parecía que ésta era una buena manera de recrear lo que alguna vez fue”, explica.
Eduardo Macchiavelli mira suceder las actividades con un gesto de satisfacción. Es el Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad y camina por la avenida junto al elenco de funcionarios que asistió al evento. Su equipo es uno de los que más trabajó la propuesta de la reconversión de Corrientes. “Hay dos antecedentes que nos hacen llegar a esto”, dice a Infobae.